Las personas con salud mental y neurodivergencias enfrentan una serie de desafíos emocionales, sociales y de integración, que pueden llevar a sentimientos de aislamiento y estigmatización. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada cuatro personas en el mundo se ve afectada por trastornos mentales en algún momento de su vida, y el aislamiento social es uno de los factores más perjudiciales para la salud mental. En un estudio reciente realizado por Mental Health Foundation, se encontró que el 60% de las personas que enfrentan problemas de salud mental experimentan una desconexión social significativa, lo que agrava su bienestar emocional.
La estigmatización es otro factor crítico que afecta a las personas con neurodivergencias o problemas de salud mental, lo que puede impedir que busquen apoyo o se integren en su comunidad. Las visitas a museos y la arte receptivo han demostrado ser intervenciones efectivas para mitigar estos efectos. Según un estudio de Museums and Wellbeing (2018), la participación en actividades culturales, como las visitas a museos, está asociada con una reducción del estrés, una mejora en la regulación emocional, y una mayor sensación de pertenencia social, lo que resulta crucial en la lucha contra el aislamiento y la estigmatización.