Clínica Expresiva somática del Trauma

La arteterapia es una profesión del ámbito psicoterapéutico que se apoya en las teorías de la psicología, la educación artística, las ciencias sociales, el psicoanálisis y la psicoterapia relacional. La Terapia de Artes Expresivas – también conocida como una terapia expresiva intermodal, definida como la práctica de usar la imaginación, los cuentos, la danza, música, drama, poesía, movimiento, trabajo con sueños y las artes visuales, de forma integrada para fomentar el crecimiento, el desarrollo y la curación del ser humano.

El planteamiento expresivo-somático-arteterapéutico, orientado al acompañamiento del trauma, utiliza el proceso de creación y expresión a través del lenguaje artístico y las bases de la dimensión corporal somática, para acompañar y facilitar los procesos psicoterapéuticos, la autorregulación, el bienestar bio-psico-social, el encuentro con indicadores salutogénicos que permiten el refuerzo de la resiliencia, dentro de una relación terapéutica informada y asentida a aquellas personas y/o grupos de personas que así lo requieren.

Se fundamenta en los aportes que rigen los principios de las practicas somáticas en la intervención con el trauma, la arteterapia de orientación transdisciplinaria, las artes expresivas y los aportes de la psicoterapia existencia, imaginativa y dinámica.

La confluencia de estas disciplinas y saberes, son la vía fundamental para la elaboración e integración de los síntomas, la experiencia subjetiva -somática derivada de las experiencias traumáticas permitiendo así la práctica restaurativa del daño en la sensibilidad, la integridad y el equilibrio de la persona.

El término deriva de la palabra «somática» (en griego «soma», somatikos: «vida, consciente, corporal») que significa, perteneciente al cuerpo, experienciado y regulado desde el interior.El campo de estudio de la somática plantea prácticas y enfoques múltiples que aúnan tanto la realidad física y objetivada del cuerpo como la realidad subjetiva y experiencial del cuerpo en la construcción de un saber encarnado.

El cuerpo y la relación reciproca entre mente-cuerpo a través de la consciencia del movimiento, son el pilar vertebral que rigen los principios de la somática. Sus prácticas de sensibilización están orientadas a promover los procesos de adaptación, autorregulación, homeostásis, reeducación de patrones; enriquecen el espectro perceptivo y el descubrimiento de nuevos potenciales psicofísicos.

En su origen histórico, el «modelo salutogénico» se ocupó de la relación entre la salud, el estrés y el afrontamiento a través de un estudio de sobrevivientes del holocausto. La aproximación salutogénica propone trabajar con el rescate de la parte sana y de las potencialidades como factores de bienestar.

Síntesis de los principios base que orientan el acompañamiento clínico-expresivo-somático:

• La salud es un continuo, no una dicotomía.
• Trabajamos desde las historias de las personas en lugar de sus diagnósticos: mirada hacia la capacidad y competencia como antípoda de la mirada centrada en la enfermedad, miseria, roturas.
• En todo ser humano hay un proceso prominente de movimiento incremental hacia una mejor salud y bienestar, es nuestra tarea apoyarlo.
• Creemos que la persona tiene la capacidad de adaptarse activamente a cualquier situación

El proceso y acompañamiento terapéuticos ponen en el centro la mirada salutogénica – centrada en los indicadores generadores de salud y de las capacidades potenciales y no patologizantes o de enfermedad – y la capacidad creadora innata de cada persona, invitando a la interrogación de su malestar y sus conflictos desde la estética terapéutica, así como da soporte al desarrollo de las respuestas y recursos propios para afrontar, elaborar las dificultades y el proceso de cambio.

Una vía de intervención y acompañamiento, que permiten desde una aproximación corporal, sensible y orgánica al proceso de cura desde el cuerpo facilitando la autorregulación, la restructuración cognitiva, la desensibilización sistemática, y el encuentro con indicadores salutogénicos que permiten el refuerzo de la resiliencia y el bienestar.

En el proceso arteterapéutico no es importante dominar los recursos técnico-artísticos, lo fundamental es elaborar lo que sucede, lo que se manifiesta en la relación terapéutica y en el proceso creativo.
El enfoque expresivo -somático se muestra especialmente eficaz en la mayoría de los casos de:

• Traumas de infancia
• Traumas de abuso sexual
• Traumatismo cráneo-encefálico
• Traumas interpersonales
• Traumas naturales
• Traumas psicológicos y maltrato
• Trastornos emocionales: Depresión, ansiedad, estrés, insomnio
• Desorientación existencial: Falta de autonomía y autoestima
• Problemas relacionales: relaciones familiares y laborales
• Problemas adaptativos en pacientes afectados por: cáncer, VIH-SIDA, procesos crónicos, etc.
• Situaciones de pérdida y duelo.
• Adicciones y drogodependencias.
• Déficit de Atención con o sin Hiperactividad Infantil.
• Retraso escolar.
• Problemas de aprendizaje.